Imagen: Captura de Pantalla de la página falconsbarcelona.net
Durante los primeros días de este período he visto auténticas injusticias a la hora de repartir la comida.
Siempre había algún polluelo ( y yo siempre temía y sufría por si fuera el mismo) que se quedaba rezagado y sin comer durante la sesión alimenticia..
El pobre peleaba y piaba para que le diesen algo de comer, pero llegado el momento, el adulto con toda su frialdad daba por terminada la sesión y retiraba la presa-comida fuera del nido, hubiese comido quien hubiese comido.
Los hechos demuestran que el adulto sabe mas que yo de esto y hoy en día los cuatro polluelos están de lo más hermoso.
Parece que ya han doblado su tamaño de hace siete días.
Tienen capacidad para esconderse del sol cuando es muy fuerte y empiezan a dar sus primeros pasos.
En realidad, lo que dan es más bien tropezones y revolcones, pero ya he logrado ver alguno de pie aunque sólo sea por segundos.
La Naturaleza es sabía, la salud de los polluelos es la prueba evidente.
Mamá y Papá Halcón saben lo que se hacen.
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